Mi tío Humberto, un llanero apureño que optó por Barinas como casa, escogía con un cuidado obsesivo cada una de las minúsculas manzanitas de ponsigué y desechaba aquellas que mostraran una mancha, por minúscula que ésta fuese. “El ponsigué si está picado se pone baboso”, habría de decirle a quien deseara ser testigo […]
