Por Rosanna Di Turi (@Rosannadituri)
Fotografía Javier Volcán (@jdvolcan)
En un lugar con vista a las montañas merideñas, mesas de madera habituadas a que allí se amase pan y varios hornos, Juan Pablo Márquez y Viviana Troconis multiplican los panes elaborados con masa madre que hace dos años comenzaron a hacer en su apartamento.
En mayo de este 2016 felizmente estrenaron este nuevo “Laboratorio”, en un espacio junto a la casa de los padres de Juan. Allí, además de seguir haciendo sus panes, compartirán lo que saben en cursos que incluso se pueden extender on line. “Nos encanta educar y nos parece esencial para nuestra sociedad. Viene la era del conocimiento”, comparte Márquez, ingeniero de formación.
Tras dos años de hacer de esta pasión un emprendimiento al que bautizaron Pan Comido, a estas alturas tienen sobrados fieles en Instagram y ya han documentado 100 recetas de las que suelen alternar 12 tipos.
En ese repertorio se encuentran los panes con chocolates Paria, de avena, integrales con ajonjolí, con orégano o tipo brioche que ahora ofrecen en dos puntos de Mérida: Toscana. La tienda y Antojitos en Belansate.
Todos los panes ameritan la paciencia de leudados largos y tienen el gusto de esta apuesta artesanal. Por la escasez de harina hacen menos de los que quieren y pueden, pero en su lugar aprovecharán para multiplicar su conocimiento, no solo en cursos, también en asesorías. “El que desarrolla un producto busca dejar huella. Aquí en Mérida el entusiasmo por hacer es enorme. Nos reunimos para darnos apoyo. Parar no es una alterativa”.
En Instagram: @pan_comido. Teléfono: 04247420008