Por Rosanna Di Turi (@Rosannadituri)
Fotografía Javier Volcán (@Jdvolcan)
En el 2015 Ingrid Arraez, artista visual y diseñadora, junto a su pareja, el joven politólogo Fernando Uzcátegui, decidieron apostar por una iniciativa propia. Y ya que ella hacía carteras, comenzaron por esa idea que derivó en otra. “Vista la movida gastronómica en Mérida pensamos en algo utilitario para ellos”.
Junto a Beatriz Calderón de Toscana. La tienda, probaron un delantal que fuese práctico, bonito y resistente. Y dieron con la idea que ahora multiplican en seis modelos pero que ajustan según el cliente: delantales de jean y cuero, inspirados en los que usan los baristas, pero aptos para cocineros profesionales y aficionados e incluso quienes sirven las mesas.
“Queremos usar productos que sean hechos aquí hasta donde se pueda” dice Ingrid. Por ello, usan el cuero de Mérida en esta iniciativa donde los acompaña una cuñada que llegó de Argentina. Su vitrina ha sido el Instagram, los hacen por pedido y ya incluso han tenido encargos extra fronteras desde Puerto Rico y Estados Unidos. En Mérida se multiplican en el atuendo de cocineros y emprendedores.
En Instagram: @rojazul