Al principio del año, damos un descanso a los licores fuertes, a las hallacas, perniles y otros platos típicos, cargados de Navidad y calorías. Nos proponemos hacer ejercicio y consumir más vegetales para bajar esos kilitos de más. Es excelente momento para las ensaladas y vinos; aunque deberíamos consumirlas todo el año, son una opción gastronómica exquisita al momento de ingerir alimentos más saludables y balanceados.
Armonías a elegir
Maridar vinos y ensaladas puede ser difícil debido a la variedad de ingredientes, vegetales por lo general, sin cocción y aderezos ácidos.
Debemos evitar alcachofas, espinacas, berros, rúgula y espárragos, porque no se llevan muy bien con el vino. También aderezos como el vinagre, porque su ácido acético perturba el equilibrio entre los taninos, el dulzor y acidez del vino. Se puede utilizar vinagre balsámico, en pequeñas cantidades u otro tipo de aderezos como el aceite de oliva, y salsas sin vinagre como el pesto.
No obstante, como siempre les he comentado, la armonía entre vinos y comidas es personal, y lo importante es disfrutarla.
Aquí paso a sugerirles algunas opciones de ensaladas y vinos
Las ensaladas a base de lechuga en sus diversas especies, quizás con algunos frutos secos, son ideales y maridan bien con vinos rosados secos y abocados, así como blancos secos jóvenes de Chenin Blanc, Sauvignon y Pinot Griggio, entre otros.
Si agregamos piña, melón, manzana, pasas y quesos suaves, pueden equilibrar el exceso de acidez que aportan los aderezos; estos sabores dulces maridan muy bien con Frizzantes blancos y rosados.
Para las ensaladas griegas, con tomate, pepino, pimentón, aceitunas y queso feta, aderezadas con orégano y aceite oliva; así como para la típica ensalada César, con lechuga, queso parmesano, pan tostado y opcionalmente pollo, aderezada con mostaza y mayonesa, recomendamos un espumoso Brut Nature o Brut.
La típica ensalada Capresse, va muy bien con blancos de Chardonnay, que resaltan con el tomate, la mozzarella y las notas aromáticas que aporta el aceite de oliva y la albahaca.
Me encanta la excelente ensalada italiana con poca rúgula, queso parmesano, bresáola, proscuitto crudo o jamón serrano; es una delicia maridarla con tintos Crianza, de cepas como Sangiovese, Barbera, Tempranillo, Syrah y Petit Verdot, entre otras.
Comer sano no está reñido con el gusto. Y lograr estos maridajes entre ensaladas y vinos lo demuestra.
Lea esta maravillosa nota de Guillermo Porqué es saludable tomar vino
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Fotos tomadas de zonadevinos.es