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El libro verde compacto

Don Armando Scannone suele tener buenas noticias. Hace un año estrenó el libro verde de Mi Cocina ligera a la manera de Caracas. Y ahora se consigue la edición compacta, más pequeña y económica, pero idéntica en contenido e imágenes, lo que permite tener ese libro esencial por un precio menor: 195 Bs.

La historia del libro verde estuvo cocinada con los esmeros de rigor que son el sello de Scannone. En él trabajó dos años, desde que Fundación Seguros Caracas le propusiera hacer un libro pensado para diabéticos y aceptó la propuesta cuando supo que podía lograrla junto a una nutricionista y una experta en esa condición.

Todo conectó con su mesa de la infancia, de dónde ha surgido la inspiración de su enorme obra. “Mi mamá fue diabética. Muchas veces le decíamos ‘no te sirvas tanto’, pero eso nos producía mucho dolor. Quería evitar que las familias pasaran por eso. E hice este libro pensando en que todos pudieran comer lo mismo, queden satisfechos y no se sienta la discriminación en la mesa”.

Cuando una obra se convierte en un propósito mayor, todo adquiere otra trascendencia. Y lo que parece improbable, se convierte en posible. Así, si alguien no imagina cómo comer sabroso más de cinco platos con 500 calorías, aquí se cuenta en detalle.

El libro verde, ahora en sus dos versiones, ofrece 37 menús -incluidos cinco de Navidad- que tienen el gusto venezolano y la generosidad de ser saludables. “Todos los platos fueron probados varias veces. Con cada menú quedas completamente satisfecho, aunque no opíparamente lleno”.

Allí se demuestra cómo se pueden comer seis gustosas recetas en un almuerzo, sin excederse en grasas, azúcar o calorías. Nada se escatima: hay menús que incluyen pasta o asado negro. Pollo pebre o hamburguesas. Crema de tomate al curry o bisqué de camarones. Incluso hallacas y ensalada de gallina. Todos los menús, por cierto, incluyen postres.

Cada plato fue preparado en la cocina de Scannone, probado y aprobado por él, la nutricionista Luisa Alzuru y María Lourdes Cartaya, experta en diabetes. “Fue un proceso muy complejo. Si los menús se pasaban en calorías, se hacían de nuevo”.

Don Armando recomienda elaborar los menús completos y no quedarse sólo con platos aislados. Y quien piense que esa idea es improbable en tiempos de agites cotidianos, hay experiencias que demuestran lo contrario. Buen ejemplo es el de Mari Plaza.  Ella, ingeniero de producción, con una agenda repartida entre sus ocho horas laborales, dos de ejercicios diarios, un postgrado, clases de inglés y tango, decidió que el tiempo es del tamaño de los retos y comenzó a preparar un menú del libro cada día, para alcanzar su meta de rebajar de manera sostenida.

De ese particular empeño, que comenta en su blog rebajando.wordpress.com, ha saboreado un caudal de hallazgos. El primero desbarata la manida excusa de la falta de tiempo. “Normalmente tardaba 40 minutos preparando mi almuerzo. Ahora tardo 50. Y he ganado en variedad. Antes comía siempre lo mismo, ahora me he dado el lujo de comer de todo”. En su blog ofrece sus comentarios de cada plato y sus gustosos descubrimientos. “Una de las cosas interesantes es que nunca he quedado con hambre. No sé cómo hicieron. Es pura magia. Pero aunque como menos calorías, quedo más llena”. La experiencia, además, le ha permitido encontrarse con sabores que desconocía. “La gente piensa que la comida sana es aburrida. Y estas recetas son riquísimas”.

Por Rosanna Di Turi González

Periodista especializada en gastronomía, editora de esta página. Convencida de que nuestros sabores son un gustoso lugar de orgullo y encuentro para este gentilicio. Fue gerente editorial de la revista Todo en Domingo de El Nacional y autora de los libros ABC del Vino, Ron de Venezuela y El legado de Don Armando. Twitter: @Rosannadituri

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