Por Rosanna Di Turi (@Rosannadituri)
La torta de la Carmen Elena “La Gata” Luciani es un postre venerado por los amantes del chocolate. Tras de ella, no solo hay una receta gustosa que se guarda con celo en manos de esta familia de postres célebres. También, una admirable historia de constancia y esmero.
“La Gata” Luciani comenzó a hacer tortas hace 40 años siguiendo la estirpe de dulces que heredó de su madre. Inicialmente las elaboraba para sus amigos y familia. Pero cuando se vio en el reto de sacar adelante a sus cinco hijas, apeló a sus destrezas con los postres para reproducirlos más allá de sus fronteras familiares. Y la torta de chocolate, con sus capas de espesa crema, fue un dulce estandarte en esta cruzada.
“Partió de una receta de la abuela que mi mamá mejoró”, cuenta Mary una de las hijas que junto a sus hermanas y su mamá, mantienen esta dinámica en la que también elaboran dulces criollos en miniatura, la torta negra en Navidad y la torta de Guanábana que probara dos veces el Papa Juan Pablo II.
En su anecdotario tienen sobrados testimonios de la fidelidad que desatan los dulces familiares. “El astronauta Neil Armstrong la probó y luego pidió que se la llevaran en un avión. A Lorenzo Mendoza le encanta. Y una vez, un 23 de diciembre, cuando no podíamos más, vino una madre desesperada porque su hijo había cambiado la carta de sus regalos: quería una torta de la Gata”. Obvio: se la hicieron.
La Gata Luciani, a sus 83 años, sigue liderando esa dulce cruzada. “No ha perdido la energía: más bien se le triplicó” dice la hija. Su hermana Cristina se encarga de los dulcitos criollos en miniatura y otra de sus hermanas reproduce los postres de la casa en Weston, Florida.
*La Gata Luciani y familia hacen sus postres por encargo. Teléfono: 0212 9922029. En Weston, Florida se consiguen a través del 0019548884755.