Un creciente grupo de entusiastas venezolanos han decidido elaborar, en pequeña escala, sus propias cervezas en busca de sabores, cuerpo, aromas y tonalidades ajenas a las habituales en los anaqueles. A través de las redes sociales y catas se ha multiplicado esta cofradía de aficionados y expertos en cebada que apuestan por bebidas para degustar con calma.
Las propuestas han despertado el interés de sommeliers y se ofrecen en algunos locales que los seguidores conocen. Mientras, una creciente fanaticada comienza a manejar con naturalidad el hecho de beber una stout o una pale ale hechas acá. La avanzada está en efervescencia: Ya hay 17 marcas artesanales y 45 cerveceros registrados en la asociación que crearon para lograr una legislación que les permita crecer.
Pisse des Gottes. Una generosa vista al Ávila acompaña a Guillermo García y Claudio Leoni cuando elaboran en casa recetas de cerveza de los monjes belgas, producen su versión de la Kölsch alemana, o su propia Indian Ale Pale. En ese afán artesanal, los dos músicos conjuran una sed que los ocupa desde 2009: la de elaborar cervezas ajenas a las habituales, que habían probado en otras fronteras. Bautizaron a su iniciativa Pisse des Gottes, comenzaron a ofrecerlas a través de las redes sociales y ahora son considerados los “pioneros” en una creciente cofradía, experta en lúpulo y cebada. “El venezolano tiene curiosidad y le gusta la cerveza. La idea es ofrecer alternativas distintas”. Elaboran distintos tipos de cerveza: English Pale Ale, Kölsh de Alemania, la ambarina dunkel, la oscura stout. Dan cursos de cómo elaborarlas. Twitter: @pisseDesGottes
Norte del Sur. Alexander Jiménez, ingeniero de sistemas y su esposa Ileana, odontóloga de profesión, han visto cómo la pasión por elaborar cervezas llena su agenda y espacios de la casa. Tras probar propuestas artesanales en otras fronteras decidieron elaborar las propias, investigaron, analizaron videos en Youtube, crearon un blog y el año pasado bautizaron sus cervezas Norte del Sur: las mismas que se ofrecen en catas e incluso en unos dispensadores para fiestas. “Hay dos tipos de cervezas: las que refrescan y las de deleite. Las primeras son las pilsen a las que estamos acostumbrados. Las de deleite tienen más cuerpo, más aromas. No son para tomarse 20 botellas. Esa es la cerveza que hacemos”. Alexander e Ileana Jiménez elaboran distintos tipos de cervezas: pale ale, stouts negras, tipo belgas y Kölsch (alemanas de trigo). También una de café que hicieron en alianza con Pietro Carbone. También dictan cursos. Twitter: @VeNortedelSur
Old Dan’s. Daniel López y Leonor Villarroel, biólogos por formación, apuestan por sus propias cervezas artesanales en una iniciativa a la que llamaron Old Dan’s. Hace tres años una amiga de López le trajo levadura y lúpulo de Irlanda. Daniel ensayó unas recetas en casa. Le gustó lo que logró y a estas alturas elabora seis recetas. Tres habituales y otras de temporada, menos usuales y con toques locales: una de fresa, una de mango de hilacha y otra con miel de mastranto. Antes de crear falsas expectativas, aclaran: “La fruta aporta color y aromas, no necesariamente sabor”. Twitter: @OldDans
Cacri. Harold Pérez, publicista de profesión, comenzó a elaborar cervezas para él y sus cercanos. A su iniciativa la bautizó Cacri con su consecuente lema: “cervezas sin pedigrí. Es modesta, única e independiente”. Elabora cuatro tipos: porter, negra y malteada. Una abbey road ale, tipo belga. Una Indian Pale Ale y “una cerveza para chicas: es cítrica y se llama Lulú”. Twitter: @cervezacacri
Pilguer. Los hermanos Paul y Alfredo Sandoval también comenzaron en este afán de burbujas tras probar distintas cervezas extrafronteras. Este año decidieron dedicarse en serio a su pasión y en su casa de Los Teques elaboran cuatro tipos. “Hemos tenido una suerte increíble. Con las redes sociales todo se ha multiplicado y se ha convertido en una fuente de relaciones. Nos montamos en la ola en el momento justo”. Tienen cuatro tipos: hefeweizen (mitad trigo, mitad cebada), una negra stout, una tipo belga abbey ale y una más amarga: la Indian Pale Ale. Twitter: @cervezapilguer.
Cerveza Yaracuy. Daniel Álvarez, Andrés de Cid y Oscar Barré decidieron crear una cerveza que lleva el bautismo de su región: se llama Yaracuy. Comenzaron hace un año y este mes se proponen ofrecerla en sifones en un local en San Felipe. “A la gente le ha encantado. Hemos ido a ferias en pueblitos y la gente se siente muy orgullosa de que exista una cerveza llamada así”. Tienen tres recetas: una Kölsh, -“rubia, fresca y lupulosa de pura cebada, artesanal pero liviana”. Una roja English Mild Ale –“más equilibrada, un poquito dulce”. Y una cerveza negra –“más fuerte y muy tostada”- . Twitter: @cervezayaracuy.
Mitobrewhouse . En Mérida los hermanos Roberto y Nicola Di Zio son bien conocidos por su cerveza. La comenzaron a elaborar hace nueve años. Desde hace tres decidieron montar Mito Brewhouse, donde procuran cervezas para el gusto local: elaboran una stout, una pale ale de cebada malteada y una tipo belga de trigo. También elaboran una de mora por temporadas. Las venden por sifón y en el Elefante Dorado de Mérida. www. Twitter: @mitobrehouse.
Dos Leones. José Guerra vivió en Chile donde aprendió a elaborar cerveza artesanal. Aquí se unió al abogado Janan Ekerman y crearon esta marca artesanal. Proponen lo que han llamado una Latinoamerican pale ale, una cerveza roja ale, y una negra stout. Han probado a elaborar con jengibre e incluso ají picante. Twitter: @dos_leones
En locales
Aunque la producción es limitada, ya prosperan lugares que impulsan las cervezas artesanales y otros que proponen catas. En La Viña del Señor del Centro San Ignacio han organizado varias degustaciones. Un evento GastroPop tuvo estas cervezas como elemento protagonista y en el restaurante Alto proponen una con sarrapia. Locales como Pueblus, La Beat Entente de El Hatillo y Montaditos del Centro San Ignacio también las ofrecen.