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La diferencia entre vinos varietales y de ensamble por Guillermo Vargas

Por Guillermo Vargas

Generalmente se denomina vino varietal al que se elabora con una sola variedad de vid o cepa; sin embargo la legislación de la Unión Europea, considera también varietales a los vinos que contienen un mínimo de 80 % de vinos de una sola cepa, la que puede darle el nombre.

Vino de ensamble es el producto de la unión de vinos de varias cepas, generalmente del mismo viñedo; se elaboran por separado, aprovechando los aportes de las uvas, en aroma, color, acidez y estructura, que cada enólogo ensambla a su criterio, buscando que la combinación sea mejor que cada uno de los vinos solos.

Los aportes de las cepas están ligados al suelo y clima donde se cultivan, lo que se denomina el “terroir”; que influye en los aromas y gustos de las uvas y los vinos obtenidos. Bajo este criterio nacen los vinos europeos, adoptándose la zona de producción para nombrar al vino, sin tomar en cuenta el nombre de sus cepas, sea una o varias. Son ejemplo los vinos Bordeaux y Bourgogne, en Francia, los Barolo y Chianti, en Italia, los Rioja y Jerez en España, los Oporto y Bairrada, en Portugal, entre otros. En muchos casos no se coloca en la etiqueta el nombre de las cepas y sus proporciones en el ensamble, dándole mayor importancia a la zona de origen.

Se señala que fueron los alemanes los primeros en llamar los vinos por el nombre de las cepas, con vinos de cepas como: Riesling, Sylvaner, Gewürztraminer y Chardonnay, de características tan típicas que se disfrutan solas.

Esta opción se trasladó a Francia, Italia y España, con las cepas Chandonnay, Sauvignon, Pinot Noir, Pinot Grigio y Alvariño. Lo cual fue utilizado luego en Estados Unidos y Australia, por la restricción del uso de nombres de zonas europeas, adoptado también en Chile, Argentina, Brasil, Uruguay, Sudáfrica, Nueva Zelanda, India, Tailandia, Perú, Venezuela y otros.

Con los varietales se facilita, la elección del consumidor que se inicia en el consumo de vino; siendo sencillo escoger entre Malbec, Syrah y Tempranillo, o entre Sauvignon y Chardonnay.

Sin embargo la misma cepa cultivada en condiciones diversas de suelo y clima, le imprime al vino cualidades que lo puede hacer diferente; por lo que finalmente la zona o “terroir”, es muy importante.

Lo ideal es empezar por los vinos varietales para luego incursionar en los de ensamble, en ambos casos disfrutando al máximo cada uno de ellos.

Fotografía tomada de GQ México

Por Guillermo Vargas

Ingeniero agrónomo, máster en Viticultura y Enología, profesor universitario y catador Internacional es el enólogo que durante dos décadas y desde sus inicios estuvo a cargo de los vinos de Bodegas Pomar. Sigue allí como asesor y figura clave en los recorridos de @clubpomar

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