Insistimos con las chayotas como esos frutos de la gastronomía local muy desconocidos y menospreciados. Sub-utilizados como espesantes para compotas o engrosantes de guisos y sopas, si corren con mejor suerte.
La chayota en todas sus variedades es una fuente importante de nutrientes como vitamina C, variedad de antioxidantes, calcio, potasio, etcétera.
Además, posee pocos almidones, lo que la hace muy atractiva para diversos regímenes alimenticios. En la diabetes es el perfecto sustituto de la papa y un excelente diurético.
Es difícil escuchar a alguien diciendo que le cayó mal ingerir chayota, cierto? Más bien ella actúa como un bálsamo en nuestro sistema digestivo.
Esta será una serie de recetas echas con chayota propuestas por nuestra querida Diana Grarrido.
Tiempo necesario: 1 hora
Ensalada de Chayota con Rúcula y Mostaza.
A mí me recordó a la ensalada de wakame, que tanto me gusta!
- Hervir las Chayotas
Poner a hervir agua suficiente. Cuando rompe hervor, introducir una chayota entera, sin pelar. Contarle 10 minutos en el agua. Retirar y dejarla enfriar.
- Cortar las Chayotas en bastones
Al estar fría, pelarla, cortar rebanadas lo más delgadas posible, y luego bastones también muy delgados, siguiendo el sentido de la fibra, de cabo a rabo.
- Preparar el Aderezo
Mientras, preparar una vinagreta bien emulsionada con sal de buena calidad, vinagre, aceite (mejor no refinado, por prensado en frío), miel cruda y orgánica, mostaza casera o a la antigua y aceite de ajonjolí o sésamo tostado.
- Marinar
Marinar allí un buen rato las tiritas de chayota (45min o más).
- Servir
Al servir, nosotros le agregamos rúcula y capuchinas. Tú agrégale lo que te provoque más.