Por Rosanna Di Turi (@Rosannadituri)
Vivían en Maracay al borde del Parque Nacional Henri Pittier y cuando vinieron a Caracas, Alonso Gil, el padre de la familia, se comenzó a asfixiar con el asfalto: necesitaba volver al verde.
En San Antonio de los Altos vio un terreno empinado, pidió consejos y alguien le dijo: “Ni se te ocurra comprar ese barranco”. Acto seguido siguió su propio instinto, lo compró y felizmente empezó a sembrarlo. Ese tramo de terreno se transformó gracias a las acelgas que empezó a cultivar, la rúgula, el ajo porro, berros, espinacas y kale que crecen orgánicamente.
Lo ha hecho con tan buen tino que hace un año le comentó a su hijo Carlos Raúl Gil, diseñador, con una agencia de publicidad, que ese verdor prometía y que lo acompañara en la iniciativa. Fue así como en julio de 2014 la familia en pleno, incluida Carolina, cocinera, hermana de Carlos, y su mamá Beatriz, se dedican a esta obra bautizada Mi Barranco.
Todas las mañanas el padre sube a San Antonio a buscar las hortalizas que ese mismo día se empacan en un centro de distribución que tienen y se llevan a domicilio a quienes, a través de su página web, las encargan en Caracas. “Nuestro rasgo diferenciador es la frescura: lo que entregamos tiene apenas horas de cosechado”.
La empresa ha crecido con jaleas de frutas que elabora una tía, láminas de frutas y vegetales deshidratados que hacen ellos mismos, o los productos de aliados que están en sintonía con su propuesta: quesos La Guanota, miel y granolas. Tienen, a su vez, otras hortalizas de productores cercanos. Una iniciativa verde y familiar que permite una alternativa novedosa: comprar hortalizas a través de Internet.
*Mi Barranco cuenta con una página web: www.mibarranco.com.
*En Caracas despachan a El Hatillo, Baruta, Sucre y Chacao. Entregan lo que se encargó el día antes, antes de las 4:30 p. m. a través de su web.
*En las redes aparecen como @mibarranco