El pulpo debe estar congelado por lo menos dos días antes de la preparación para que ablande. Se descongela, se limpia si no se había hecho y se libera de las vísceras.
Se llena una olla de acero con abundante agua y sin sal. Se deja hervir. Se introduce el pulpo –sin soltarlo- se remoja un minuto, se saca. Se repite tres veces.
Luego se deja cocinando: primero 20 minutos a fuego alto. Luego 20 minutos más a fuego medio. Antes de sacarlo se pincha para ver si está listo. Se corta el pulpo con una tijera en rodajas de un centímetro.
Se coloca en un plato de madera. Se adereza con sal marina, suficiente aceite de oliva y pimentón español (picante o una combinación de dulce y picante).
Se acompaña con papas que se cocinan en la misma agua del pulpo, servidas con el mismo aderezo.
Notas
“El pulpo debe quedar como la pasta: al dente. Ni muy blando, ni muy duro”, cuenta Andrés Rodríguez.