Por Rosanna Di Turi @Rosannadituri
Grace Ramírez tiene una ascendente historia de sabores marcada por la determinación. A estas alturas de su vida puede preciarse, entre otros logros, de haber publicado un libro de su autoría, bautizado La Latina y editado por Penguin Random House. También de ser la presentadora de Destinos con sabor, una serie para Food Network Latinoamérica hecha en castellano. Este mes de enero estrenó una novedad: es la presentadora de Gooey, en Cooking Channel, donde buscará en Estados Unidos ¨la comida más sexy¨ en sintonía con el llamado Food Porn de las redes sociales: platos apetitosos y con gusto. Ramírez encarna con estos retos la posibilidad de dirigirse a un público en castellano y a otra audiencia en inglés. ¨La comida que presentamos es la que te permites algunas veces. Es una fiesta visual y una diversión para el paladar¨, cuenta ella.
En su prolífica carrera han sido cruciales los sabores venezolanos con los que creció. Aquellos que su abuela, entrañable para ella, convertía en celebración familiar donde se sumaban hasta 50 personas a la mesa dominguera de su infancia en Caracas.
¨Esos tiempos marcaron mi vida¨, cuenta Grace. De padres venezolanos, la joven que nació en Miami y creció en Caracas, vivió luego una vida itinerante en distintos países de Latinoamérica junto a su madre. ¨Cuando me fui a vivir a Miami para estudiar Comunicación y trabajar, siempre llamaba a mi abuela para que me explicara cómo hacer el pabellón o cualquiera de sus recetas¨.
Allí trabajó en MTV, donde fue productora y directora durante una década. Luego apostó por Nueva York con la determinación de trabajar en Food Network aunque esa decisión implicara el riesgo de una aventura y una espera en la que devoró sus ahorros. ¨Iba a todas los cocteles que me invitaban hasta dar con alguien que trabajara allí¨.
Conoció finalmente a un asistente del chef Bobby Flay, celebridad del canal. Y la contrataron aunque empezara de nuevo como asistente. ¨Trabajé duro y allí estuve tres años hasta llegar a directora¨. En el primer Master Chef del 2008, decidió concursar entre 60.000 personas. Y quedó. ¨Seguro voy a ganar, me dije. Y nada que ver. Era mucha presión¨. Anhelaba hacer el pabellón de su abuela, pero en la segundo show salió, con una recomendación de Gordon Ramsay que tomó en serio: Estudiar cocina. Ganó una beca y fue alumna del French Culinary Center. En ese momento también, hizo pasantías con Mario Batali en Eataly.
Junto a su esposo venezolano, se mudó una temporada en Nueva Zelanda, donde dio clases de cocina, enseñó a hacer arepas y la llamaron para ser jurado en el programa The Kitchen Rules. Un paso determinante para su decisión de hacer un libro que honrara los sabores de su abuela. ¨En todas las editoriales donde tocaba la puerta me decían que decían que antes debía ser famosa¨. El programa surtió efecto, y comenzó a elaborar La Latina, un libro de recetas donde comparte platos de este país como la carne mechada, el asado, el quesillo, o las mandocas que aprendió de su abuelo. ¨Busco hacerlas accesibles y que puedan ser replicable en otras fronteras¨.
Allí sumó las recetas latinoamericanas que pedía a sus amigos del continente. El libro se distribuyó en Nueva Zelanda, Australia y Reino Unido para multiplicar allí esos platos. Y ella se ocupó de comprar sus propios libros para venderlos también en Estados Unidos a través de Amazon.com.
De vuelta a Nueva York, logró ser la presentadora de la serie Destino con sabor donde recorre varios países de Latinoamérica mostrando desde los restaurantes encumbrados hasta los más accesibles: ¨En este continente se está viviendo un gran momento gastronómico. Y si bien Perú y México lideran el movimiento, allí vamos todos con ellos¨.
En Instagram: @chefgraceramirez
Fotografías: Jessica Higueras/ Garth Badger. Cortesía Grace Ramírez
