Por Rosanna Di Turi (@Rosannadituri)
La mayor parte de los maestros roneros del país, enfundados en guayabera, recibieron un merecido homenaje en la cena que se hizo en su honor durante el III Congreso Internacional de Destilados celebrado del 19 al 22 de mayo en Barquisimeto.
Allí, ocho de los 10 maestros del país recibieron una certificación que avala ese título logrado tras años de maestría. Todos tienen décadas en la industria, son los artífices de las mezclas de este destilado venezolano y garantes de su calidad.
Con ese reconocimiento se estrenó la antesala de una jornada de tres días en las que se ofrecieron 19 charlas con ponentes de excepción que compartieron lo que saben sobre rones, café, té, cacao o el mundo de los sommelier.
Tres días antes, desde el lunes 16 de mayo y a propósito de este evento, hubo cuatro catas y tres recorridos: uno de vinos en Carora con Bodegas Pomar a cargo de su enólogo asesor Guillermo Vargas, otro de rones en Destilerías Unidas con la guía del maestro ronero Tito Cordero y otro de cocuy junto a Cristóbal Sánchez, artífice de Cocuy Balsamal.
El logro de este Congreso con buena convocatoria fue obra del trabajo y empeño de Fidel Barrios, junto a su equipo familiar. Este bartender venezolano en algún momento, ante la imposibilidad de viajar a encuentros de este tipo en el mundo, decidió organizarlo en estas tierras. Hace tres años estrenó el evento en Valencia, siguió en Margarita y en esta tercera ocasión en Barquisimeto se extendió al saber, posibilidades y cultura que hay tras distintas bebidas, no solo destiladas. “Esto demuestra que cuando uno quiere, puede”, cuenta Barrios.
El viernes 20, el chef Edgar Leal estrenó el ciclo de charlas compartiendo sus aprendizajes a la hora de crear una cava de vinos en un restaurante y al elaborar la carta que, aconseja, debe ser clara y equilibrada. “La carta de vinos debe ser fácil de leer, y en estos tiempos de inflación, fácil de cambiar. Debería decir con claridad cuáles son blancos, tintos o rosados. Y organizarla por cepas o intensidad. Nunca por precios”, comentó de la selección que él mismo hace. “Seleccionar los vinos amerita hablar con los proveedores y tener conocimiento sobre el tema”.
Mirian Gómez, una de las creadoras de Caracas Tea Company, contó cómo se puede aprovechar el té en la mixología. “Es una manera de combinar una cultura milenaria de cinco mil años con la más reciente de la coctelería, con 200 años”. Allí comenzó con la anécdota de que los cocteles nacieron de los ponches creados en la India, que luego llegaron a Gran Bretaña y Estados Unidos.
Néstor Ortega, maestro ronero de Santa Teresa, quien en esta edición recibió un reconocimiento creado por el Congreso bautizado el Destilador de oro, dio detalles en su ponencia de cómo se logró la Denominación de origen de Ron De Venezuela.
El sábado 21 abrió las conferencias María Fernanda Di Giacobbe, quien desde su convencimiento y saber sobre el tema, compartió las posibilidades que se encuentran en la diversidad única del cacao venezolano y mostró los rostros de los productores y chocolateros que trabajan desde la semilla: “Tenemos fama en el mundo por nuestro cacao. Nuestra meta es que Venezuela sea referencia en chocolates finos que el planeta nunca ha probado. Los chocolates Bean to bar, del grano a la barra, son esa puerta”. Su mensaje siempre inspira e invita a salir adelante. “El cacao es el ideal del país en el que nos queremos convertir. Cada vez que sembramos cacao sembramos nuestro futuro”. Chloe Doutre, reconocida experta francesa en chocolate, acompañó a María en la charla. Venezuela es el país que tiene más joyas en cacao por aprovechar y tiene un enorme potencial para hacer los mejores chocolates. Hay que mejorar la calidad, aprovechar esa materia prima y entender los procesos para lograrlo”.
Ese día, Ricardo Hernández compartió, por su parte, la historia de Hacienda El Tanque en la isla de Margarita, ese lugar de emblemática belleza que desde 1880 sirviera, gracias a su alambique y el agua de manantial, para destilar aguardiente. Allí Victoria de Alfonzo, determinada y pionera, llevó las riendas del lugar, donde ahora recuerdan esa historia a las visitas en una ruta del ron.
En el repertorio de charlas, María Mercedes Molina, a cargo de ron Veroes, compartió los retos de la industria. La periodista Adriana Gibbs mostró las gustosas historias de mujeres que marcan pauta en el mundo de vinos y destilados. Leo D´Adazzio, director de la Academia Venezolana de Sommeliers, recordó los rigores de este oficio. Paramaconi Acosta, director de la Escuela Venezolana del Café, dio las señas de cómo baristas y bartenders tienen mucho en común.
Los maestros roneros tuvieron un rol protagónico que se agradeció. Andrés Contreras, maestro ronero de Ocumare, detalló todas las responsabilidades que están en manos de quienes como él llevan ese título. Sus colegas Tito Cordero de ron Diplomático, Luis Figueroa de Cacique y Pampero y Willian Chirinos de Cañaveral no sólo estuvieron en el podio compartiendo parte de lo mucho que saben. Personalmente, en parte de los 37 stands, dieron a probar sus rones: Figueroa dirigió un ritual para Pampero Aniversario y Cordero compartió Ambassador, el ron más encumbrado de la marca presente en varios países del planeta.
“Este es un tema de creer, crear y crecer”, aseguraba Barrios sobre este Congreso de su autoría mientras ya piensa qué ingeniará para el siguiente encuentro el año que viene.
